Quienes crecimos en los 90 jamás podremos olvidar aquel programa de televisión en el que comenzaban decenas de participantes, y terminaba sólo uno. El señor Takeshi y el chino Kudeiro se colaban en nuestras pantallas los fines de semana a la hora de comer y, además de los concursantes, algún otro lo pasó mal al atragantarse de la risa. Humor amarillo, que así se llamaba aquel exitazo, era una especie de videojuego de plataformas llevado a la vida real en forma de gymkana en la que una especie de escuadrón suicida se enfrentaba a todo tipo de adversidades para conseguir conquistar el Castillo de Takeshi.
Los niños y jóvenes de la época esperábamos impacientes nuestra cita dominical con aquellos personajes que, con una extraña mezcla de admiración, lástima y envidia, nos hacían más felices. Y, aunque les tachásemos de locos, a todos se nos pasó por la imaginación la idea de enfrentarnos enfundados en disfraces de sumo, en atravesar un puente mientras te asaltaban a cañonazos, lanzarte contra un muro y quedarte pegado en la pared… No es posible verlo y no quererlo.
Todo esto se le debió pasar por la cabeza a Miguel Ferrero, que no quiso dejar pasar la oportunidad de hacer realidad el sueño de tanta gente, y en 2006 decidió crear la primera gymkana de Humor Amarillo en España. Este es el primer motivo por el que surgió la idea de crear la gymkana. El segundo, fue el deseo de poder sentir ese subidón de adrenalina, tal y como les pasa a los niños cuando saltan en los castillos hinchables. Y es precisamente en este contexto en el que, a los 25 años, los feriantes no dejaron a Miguel y sus amigos, poder disfrutar de estos juegos.
La fusión de estos dos anhelos les hizo buscar hinchables gigantes capaces de soportar el peso de los adultos y, ya que estaban, plantear una actividad en los que estos fueran protagonistas. ¿Cómo no acordarse del programa de televisión de Humor Amarillo? Y es que no sólo ellos eran (y serán) los únicos jóvenes a los que les gusta jugar como niños. Esto queda patente cada fin de semana en los campos de juego. Los adultos que acuden a Noname, hacen deporte, se cargan de energía y afrontan la semana más motivados y de manera más positiva.
Miguel trabajaba, junto a su socio en la compañía Microsoft. Les pagaban bien, tenían un buen trabajo… pero también tenían la sensación de que su vida no tenía sentido si todos los días los pasaban delante un ordenador hasta las 7 o las 8 de la tarde. Con ansias de cambio, llegaron a la conclusión de que serían felices jugando a ser aventureros y haciendo deporte. Con esta visión de la vida, surge Noname Sport. La idea inicial es materializar todos los conceptos en otro mundo: el empresarial.
A través de estas actividades, se proporciona salud corporativa a las empresas. A partir de conceptos como la gamificación, el deporte, las aventuras y el contacto con la naturaleza, se pasó de la simple idea del ocio a la de la creación de originales nuevas formas de teambuilding. Del mundo laboral, se pasó de nuevo al particular, pues dado el éxito del trabajo con las empresas, las actividades se adaptaron a otros grupos que las contrataban con carácter particular.
En Noname nadie se resigna a envejecer. Este es uno de los motivos por los cuales las actividades se van regenerando. Desde su inicio hasta el día de hoy, se han añadido scape-rooms, raids de orientación, cursos de supervivencia, juegos de zombies, duelos medievales y otras tantas locuras que se puedan proponer y puedan resultar divertidas. Se parte de la idea de que la edad está en la mente, por lo que las actividades no se diseñan pensando en la edad cronológica de los participantes, sino en las ganas y en la actitud de quienes lo visitan. Es frecuente ver enfrentamientos entre profesores y alumnos padres e hijos, e incluso ver tres generaciones en el mismo equipo de juego.
Actualmente, Miguel, nuestro Peter Pan particular, sigue empeñado en hacer que nos tomemos la vida con un poco más de humor y de arrojo. Para ello, trabaja en dos campos fijos en Madrid (en Colmenar Viejo y Tres Cantos) en los que, además de la gymkana de Humor Amarillo, se pueden realizar multitud de actividades. Para Noname, la mejor recompensa es contribuir de forma positiva a las vidas de nuestros clientes, que nos dejan sus mensajes con su opinión sobre cómo se ha desarrollado su jornada.
Hoy damos la bienvenida a un recorrido por un montón de actividades, curiosidades y cosas interesantes que van a dejar con la boca abierta a nuestros nonamers. Así que con este post hacemos un llamamiento a todos los frikis, deportistas, aventureros y, en definitiva, a todo aquel que quiera pasar un buen rato y salir de la rutina, para disfrutar de la fábrica de sueños de Noname Sports. Pegamos el pistoletazo que dé, pues, la salida a esta carrera de fondo con nuestro grito de guerra, en palabras del Capitán Tani: ¡¡¡AL TURRÓN!!!